La detección por aspiración es un sistema de protección contra incendios altamente sensible que funciona extrayendo continuamente pequeñas muestras de aire de un área protegida. Estas muestras se conducen a través de una red de tuberías hacia una cámara de detección, donde se analiza la presencia de partículas de humo.

¿Cómo funciona?

• 1. Extracción de aire: Un ventilador extrae continuamente pequeñas cantidades de aire del área a proteger.
• 2. Transporte: El aire se transporta a través de una red de tuberías hacia una cámara de detección.
• 3. Análisis: En la cámara, un haz de luz incide sobre el aire. Si hay partículas de humo, la luz se dispersa, lo que es detectado por sensores.
• 4. Alarma: Si se detecta una concentración de humo superior a un umbral preestablecido, se activa una alarma.

¿Para qué sirve?

• Detección temprana: La detección por aspiración permite detectar incendios en sus etapas iniciales, incluso antes de que se genere humo visible o se eleve la temperatura. Esto proporciona un tiempo valioso para evacuar y combatir el fuego.
• Alta sensibilidad: Estos sistemas son extremadamente sensibles, capaces de detectar las primeras partículas de humo, lo que los hace ideales para proteger áreas con equipos electrónicos sensibles, archivos o bienes culturales.
• Falsas alarmas reducidas: Al analizar continuamente el aire, los sistemas de aspiración pueden discriminar entre partículas de humo y otros tipos de partículas, lo que reduce significativamente las falsas alarmas.
• Adaptabilidad: Se pueden adaptar a diferentes entornos y proteger áreas de difícil acceso o con condiciones ambientales adversas.
• Flexibilidad: Permiten la instalación de puntos de muestreo adicionales para una protección más personalizada. Principales aplicaciones.
• Centros de datos.
• Museos y bibliotecas.
• Industrias farmacéuticas y electrónicas.
• Edificios históricos.